Recientemente, en un curso sobre Comercialización y distribución turística en la Universidad de las Islas Baleares, Iñaki Fuentes, actual COO de TravelgateX, ofreció una charla reveladora sobre cómo la inteligencia artificial (IA) está remodelando la industria del turismo.
Su presentación no solo abordó las capacidades transformadoras de la IA, sino también las responsabilidades éticas y morales que conlleva su incorporación a este sector en constante evolución.
La inteligencia artificial promete una nueva era de personalización en el turismo, donde la experiencia del cliente puede ser mejorada a niveles sin precedentes. Sin embargo, con gran poder viene una gran responsabilidad. La gran capacidad de la IA para compilar y analizar datos de los usuarios es una herramienta doble filo. El manejo de dichos datos debe hacerse con el mayor cuidado, protegiendo a toda costa la privacidad de los clientes. En este sentido, Iñaki Fuentes enfatizó "la necesidad de políticas y prácticas que garanticen transparencia y seguridad, asegurando la confianza y la tranquilidad de los viajeros. La disrupción tecnológica también plantea preguntas críticas sobre el empleo en el turismo. Fuentes puso en relieve cómo la robotización y la automatización, si bien eficientes, pueden amenazar trabajos tradicionales".
La industria debe enfrentar este desafío, promoviendo la reeducación y ofreciendo a los trabajadores afectados caminos hacia nuevos roles en el sector. Este reajuste laboral es vital para mantener un tejido social sano en las áreas afectadas por la transformación digital. Por otro lado, Iñaki Fuentes sugirió que "debemos ser conscientes del impacto cultural y ambiental que la IA puede desencadenar".
Un uso irresponsable de estas tecnologías podría conducir a un turismo masificado que erosione la cultura única de los destinos y degrade su ambiente natural. El turismo inteligente debería, en cambio, buscar el equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad, fomentando prácticas que preserven la riqueza cultural y ambiental de cada lugar. La charla del COO de TravelgateX fue un llamado a la acción para que todas las partes interesadas —desarrolladores, legisladores, empresas de turismo y consumidores—, colaboren en la promoción de una IA ética.
La tecnología debe evolucionar en consonancia con una serie de principios morales que garanticen su uso responsable. Los marcos regulatorios juegan aquí un papel crucial para asegurar que los avances tecnológicos propicien un impacto positivo en la sociedad.
Finalmente, Iñaki Fuentes subrayó que ser "inteligente" con la IA implica ir más allá del puro ingenio técnico. Se trata de implementarla con una visión completa de sus efectos a largo plazo, de modo que enriquezca la industria del turismo y contribuya al bienestar general.
La IA debería ser una herramienta para promover prácticas turísticas que respeten la intimidad personal, el entorno laboral, y el legado cultural y ambiental de los destinos. El mensaje que dejó Iñaki Fuentes es claro: la inteligencia artificial tiene el potencial de ser una valiosa aliada en el fortalecimiento y la diversificación del turismo global. Pero para que realmente sea una fuerza para el bien, debe ser guiada por principios éticos y moldeada con una mente puesta en el respeto al individuo y al conjunto de la sociedad. La industria del turismo se encuentra ante la gran oportunidad de abrazar la IA, pero siempre recordando el deber moral de ser inteligente en su aplicación.